miércoles, 21 de septiembre de 2011

No es rocanrol

El día de la primavera trae consigo la amenaza de una docena de facturas con vida propia, bajando por mi traquea cuales niños en un tobogán. Me siento Pappo con los sanguches de miga.

3 comentarios:

  1. Ojo, registar un "no puedo evitar, que vengan hacia mí, churros con pastelera" sería un golazo.
    Polémico, pero un golazo al fin.

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  2. En las plazas con toboganes siempre hay un árbol de grueso tronco y ramas que invitan a treparse y esconderse allí.
    Subite rápido para escapar a la persecución de las facturas impiadosas.

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